Apunte Diario sobre Letras Hipnóticas, por: Arturo Vásquez Urdiales.
Pedro Calderón de la Barca como un maestro del sueño, nos legó la siguiente reflexión:
Es verdad, pues: reprimamos esta fiera condición, esta furia, esta ambición, por si alguna vez soñamos.
Y sí haremos, pues estamos en mundo tan singular, que el vivir solo es soñar; y la experiencia me enseña, que el hombre que vive, sueña lo que es, hasta despertar.
Sueños tejidos en las telas del poder, riqueza, miseria, y ambiciones que bailan en la mente de cada uno, como marionetas en un teatro cósmico.*
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.
En este juego onírico que llamamos existencia, la ética y la moral se deslizan por las avenidas de la ironía y el sarcasmo.
Todos, políticos y magnates, obreros y pordioseros, somos nada e iguales ante el poder del sueño, acaso lisonjero y pasajero, acaso visionario y misionero, predicción del futuro y reclamo del pasado, ante su poder sucumbe el Rey y el tirano, el sueño es vano, los sueños, sueños son.
La risa se convierte en la válvula de escape, un susurro que nos recuerda que, en la danza de los sueños, la única certeza es la incertidumbre.
Así, entre letras hipnóticas, nos sumergimos en el océano de la vida, donde la realidad y el sueño se entrelazan en una danza eterna, desafiando la lógica y abrazando la magia de lo efímero.
¿Y quién, sino un soñador, podría entender realmente este misterioso acto llamado vida?
Bibliografía: Pedro Calderón de la Barca (1600-1681), La vida es sueño (1635), Jornada 3, escena 19 (monólogo de Segismundo).
Letras hipnóticas: arturodavidescritor@protonmail.com
_Domingo no hay letras HIPNÓTICAS, nos leemos lunes queridos 5 lectores_
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