Apunte Diario sobre letras hipnóticas, por: Arturo Vásquez Urdiales
En un rincón de Veracruz, entre aromas salinos y sones jaraneros, nació un eco único: Antonia Peregrino, bendecida con un nombre, pero en el fulgor del arte, renació como Toña la Negra. Su voz, un viaje por la profundidad de los sentidos, tejía relatos de amor y añoranzas, dibujando melodías con destellos de ébano en el lienzo musical de México.
Heredera de sangre haitiana, emanaba el don del canto desde su cuna en La Huaca. En el eco del Puerto, su padre, custodio de cajas y acordes, infundió el amor por la guitarra, mientras su madre, doña Daría, entonaba en las veladas familiares.
El destino, como acorde fugaz, la condujo a la capital con un susurro matrimonial. En el cabaret El Retiro, su estrella danzó por primera vez, atrayendo la mirada de Emilio Azcárraga, quien bautizó su arte como Toña la Negra, un nombre que resonaría en la historia de la música.»
Agustín Lara, su aliado musical, trenzó notas inolvidables como «Enamorada», cincelando su leyenda en el firmamento sonoro. En cada acorde, su voz grave, terciopelo sonoro, relataba historias de tierras cálidas, veredas tropicales y amores imposibles.
Las ondas de XEW acunaron su arte, envolviendo a los oyentes con la seducción de su tono inconfundible. Entre las calles, teatros y grabaciones, Toña la Negra esculpió su legado, dejando huellas imborrables en el mundo del bolero.
El eterno romance con la grabadora RCA Victor fue su crisol, forjando gemas sonoras como «El cacahuatero» en los años treinta. Noche tras noche, su voz resonaba en los teatros, fundiéndose con las armonías de Alfredo Girón y Agustín Lara.
La vida, entrelazada con acordes, le regaló matrimonios y despedidas. Su canto se convirtió en su testimonio más fidedigno, legando al mundo más de 75 discos, melodías impregnadas de pasión y dolor, como «Angelitos Negros» o «Vereda Tropical».
El telón de su vida se deslizó en silencio, con retiro discreto y pinceladas de achaques. Toña la Negra, maestra del bolero, dejó este mundo en 1982, llevándose consigo el brillo de una estrella única, cuyo eco resuena eternamente en las notas del tiempo.
Que su legado sea eterno, vibrando en los corazones como un son eterno, en cada acorde, en cada suspiro.
Algunos de sus mejores éxitos
Toña la Negra, la incomparable cantante veracruzana, marcó la historia de la música con sus interpretaciones inolvidables. Algunos de sus mejores éxitos que resaltan su inmenso legado musical incluyen:
1. El Cacahuatero»*: Una de sus primeras grabaciones en la década de los treinta para RCA Victor, mostrando su talento desde sus inicios.
2. «Angelitos Negros»*: Una canción icónica que captura la lucha contra el racismo y la discriminación, inmortalizada por su conmovedora interpretación.
3. «Noche Criolla»*: Una melodía que exuda pasión y nostalgia, donde Toña la Negra sumerge su voz en la esencia del bolero.
4. «Vereda Tropical»*: Otra joya de su repertorio, una canción que evoca los ritmos y la esencia de la vida tropical.
5. «Enamorada»*: Un tema emblemático de Agustín Lara que ella interpretó magistralmente, marcando un hito en su carrera y su relación artística con el compositor.
6. «Palmera»*: Un himno que despliega la gracia y la calidez caribeña, embellecida por la voz única de Toña la Negra.
7. «Lágrimas de Sangre»*: Una canción de profundidad emocional, donde su interpretación conmueve los corazones con la intensidad de sus sentimientos.
8. *Obsesión»*: Otra muestra de su versatilidad y capacidad para transmitir la intensidad de las pasiones a través de su voz aterciopelada.
Estos son solo algunos de los éxitos que resaltan la maestría vocal y la capacidad interpretativa de Toña la Negra, dejando un legado inmenso que sigue cautivando a oyentes de diversas generaciones.
Con admiración:
arturodavidescritor@protonmail.com
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®️ Urdiales Zuazubizkar fundación de letras hipnóticas A.C.©️